miércoles, 22 de mayo de 2013

Factores de representación


Estructura

Habitualmente los profesores nos habrán proporcionado indicaciones prácticas sobre la presentación del trabajo. Si no es así, tendremos que seguir una estructura lógica que deberá contar, al menos, con los siguientes apartados:
  • introducción
  • desarrollo de los diferentes aspectos del tema tratado
  • conclusiones
A esta estructura básica tendremos que añadir una serie de elementos que conforman el documento en sí mismo: portada, índice del contenido, bibliografía utilizada, así como todo el aparato de citas bibliográficas sobre el que se apoya nuestra exposición. Además si, como es altamente aconsejable, acompañamos los textos con la presentación de gráficos, esquemas, tablas o imágenes, éstas deberán ir acompañadas de un pequeño texto explicativo que favorezca su comprensión.
A continuación vamos a examinar con mayor detalle cada una de estas partes:
  • Portada: donde debe constar el título del trabajo, el nombre del autor, curso, asignatura, grupo, etc. Es la fuente que permite identificar el trabajo.
  • Resumen: en el caso de artículos para su publicación, tesis, etc. se debe incluir un pequeño resumen (entre 50 y 250 palabras), donde se informe del contenido y naturaleza del documento que se presenta y las conclusiones, lo cual resultará de mucha utilidad para el lector.
  • Sumario o tabla de contenidos: recoge los diferentes apartados que se tratan en el documento, con sus correspondientes subdivisiones, si las hubiera, en el orden en que aparecen en el texto y con mención de la página donde comienzan.
  • Lista de abreviaturas y símbolos: se recomienda que se detallen en ella todos los elementos que no sean de comprensión inmediata y universal por cualquier posible lector.
  • Introducción: describe el propósito y los objetivos del trabajo, el alcance (cronológico, geográfico, tipológico, etc.), así como la metodología utilizada.
  • Cuerpo del trabajo: debe estar estructurado en epígrafes claramente señalados y destacados.
  • Conclusiones: en ellas se deben presentar los resultados de nuestro trabajo.
  • Anexos: en esta parte se recoge información complementaria que facilita la comprensión del texto, como gráficos, fotografías, glosarios, muestras de datos, etc.
  • Bibliografía: es el conjunto de documentos utilizados para la elaboración del trabajo, aunque no se hayan citado. Habitualmente se presenta de forma alfabética. Para su realización hay que ceñirse a unas normas muy precisas.
  • Índices alfabéticos: onomásticos, de materias, etc. permiten buscar en el texto entradas específicas. Sólo son recomendables en trabajos extensos. Hoy día, gracias al uso de procesadores de textos, su realización es mucho menos costosa.


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